Un recluso confesó a través de una carta a la prensa, haber asesinado a dos pedófilo en la prisión de California y dice que sus advertencias a los guardias sobre ponerse violento no fueron escuchadas.
Jonathan Watson, de 41 años, fue sentenciado a cadena perpetua en 2009 por asesinato en Estados Unidos, según un periódico de California.
Una semana antes de los ataques de este año, Gracias a su buena conducta, la clase de seguridad de Watson había bajado del Nivel 3 al Nivel 2 y fue trasladado a un nuevo centro penitenciario.
Ahora, en lugar de estar en una celda individual, pasaría a compartir dormitorio con otros presos en una Prisión Estatal.
Watson confesó los asesinatos a través de una carta a un periódico estadounidense “No podía dormir sin haber hecho lo que todos los instintos me decían que debía hacer en ese momento”, expresó Watson.
Afirmó que protestó repetidamente por esta transferencia, calificándola de un error “descuidado”.
A solo Seis días de su estancia en la nueva prisión, un hombre por abuso infantil es trasladado a su celda. Y Watson se molestó.
El hombre veía programas infantiles frente a los otros reclusos, lo que Watson y sus compañeros tomaron como una burla.
Dos horas antes de cometer los asesinatos, Watson dice que le pidió a su consejero de la prisión ser transferido urgentemente de regreso al nivel 3,”antes de que yo realmente le de una paliza a uno de estos tipos”.
Sin embargo, el consejero simplemente “se burló y me despidió”, afirmó.
Esa noche, “no podía dormir sin haber hecho lo que todos los instintos me decían que debería haber hecho”, escribió.
Watson tomó un bastón y lo mató a golpes.
Después del primer ataque, se encontró con otro violador, a quien supuestamente comenzó a golpearlo con el mismo bastón.
Tras cometer ambos crímenes, Watson se dirigió a un agente para entregarse.
“Le dije: ‘Tengo malas noticias‘
Watson no mencionó a ninguno de los delincuentes sexuales en su carta, solamente se refirió a ellos como “Monstruo 1” y “Monstruo 2”. Las autoridades los identificaron como David Bobb, de 48 años, y Graham De Luis-Conti, de 62.
Ambos hombres cumplían cadena perpetua por asalto agravado a un niño menor de 14 años.
Los dos hombres fueron trasladados a un hospital cercano después de las palizas. Bobb murió en el camino, mientras que De Luis-Conti murió a causa de sus heridas tres días después, según un informe de los medios.
Si lo llevan a los tribunales, se declarará culpable de sus cargos, dijo Watson en su escrito.
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