La casualidad salvó la vida a un bebé en la localidad italiana de Ragusa.
Un recién nacido fue arrojado al contenedor de basura en una bolsa con el cordón umbilical adherido, y sus gritos alertaron a un transeúnte que pasaba por la zona alrededor de las 23:00 horas de este miércoles.
El peatón se acercó al contenedor de la zona de Pianetti y pudo observar que los gritos que escuchaba provenían de una bolsa de plástico. Pensaba que iba a encontrar un cachorro de perro en su interior, pero cuando la abrió dentro había un bebé envuelto en una manta.
Los servicios de emergencias acudieron a la zona para llevar al bebé al hospital. Ahora se encuentra en la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital Giovanni Paolo II por precaución, pero se encuentra estable. Una de las hipótesis de la investigación es que el bebé naciese en otro lugar y fuese trasladado y abandonado en un área diferente con el fin de despistar a los autoridades. El Tribunal de Menores se hará cargo del pequeño.
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