Si alguna vez has estado cerca de animales, sabes que tienen un instinto y una capacidad única para percibir cuando algo no está bien.
Hay innumerables ejemplos de esto, pero la historia de un gato en Rusia podría ser uno de los más sorprendentes hasta el momento.
La gata llamada Masha ha vivido en las frías calles rusas toda su vida.
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Pero no te sienta mal por ella, porque afortunadamente hay personas de buen corazón que viven en el vecindario de Masha.
La alimentan y la dejan entrar a algunas casas cuando hace mucho frío por las noches.
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Una residente de ese barrio, llamada Irna, estaba tirando su basura cuando escuchó un ruido extraño que parecía venir del sótano. Cuanto más escuchaba, más se daba cuenta de que era el sonido de un gato maullando.
Inmediatamente pensó que Masha podría estar lastimada, así que Irna se apresuró por las escaleras.
Pero lo que descubrió en el frío y húmedo sótano la sorprendió.
Había un niño abandonado en una caja de cartón en el suelo, y justo a su lado estaba Masha.
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Más tarde, las autoridades determinaron que el pequeño niño, que se estima que no tenía más de doce semanas, había estado solo en la caja durante varias horas.
Pero gracias a que la gata Masha estaba acostada junto a él, el bebé se mantuvo caliente.
En otras palabras, sin la preciosa compañía de Masha, y su calor corporal, el bebé podría haber muerto.
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El niño fue llevado de urgencia al hospital, pero los instintos maternales de Masha hicieron que la gata intentara persiguir a la ambulancia después de que se alejara con el bebé.
Los testigos agregaron que la gata continuó esperando durante horas en ese mismo lugar a que la ambulancia regresara.
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“Masha es muy tranquila y amigable, así que cuando la escuché maullar, al principio pensé que podría haberse lastimado. Pero claramente, fue solo su instinto maternal el que se hizo cargo y ella quería proteger al niño”, dijo Irna.
El niño se recuperó bien y la policía inició la búsqueda de sus padres.
Y no se preocupe por Masha, está siendo muy bien cuidada por sus vecinos y amigos que han empezado a “consentirla”.
Una recompensa muy merecida luego de ese acto heróico.