Chrissy y Annie son hermanas y viven en Estados Unidos y que tuvieron el privilegio de compartir la experiencia de ser madres de forma insólita.
Annie está casada con Joby Johnston, pero no lograban concebir un bebé por más que lo intentaban. Por cinco años se sometieron a todo tipo de tratamientos, cirugías e inseminaciones in vitro sin éxito.
Fue entonces, que Chrissy, siendo un ejemplo del amor que puede sentir una hermana, se ofreció a ser la madre subrogada o sustituta del bebé tan deseado. Cuando el matrimonio decidió tomarse un descanso de todos los procedimientos para convertirse en padres y decidieron que era el momento de aceptar la propuesta.
Chrissy es la hermana mayor de Annie y madre de dos hermosos hijos que quería ver feliz a su familia. Sin importar que eso implicara el llevar dentro de sí a sus sobrinos. Ambas hermanas acudieron a una clínica de fertilidad en donde se les colocaron dos embriones a cada una. Si bien deseaban con todo el corazón lograr concebir un bebé, la posibilidad de que eso ocurriera era mínima.
Pese a todas las probabilidades en su contra, a los pocos días las hermanas recibieron la feliz noticia. ¡Ambas estaban embarazadas! Pero esta no era la única sorpresa, sino que, cada una esperaba dos lindos bebés. Tendrían mellizos.
En la fecha del cumpleaños número 34 de Annie, tanto ella como Chrissy se tomaron una foto luciendo su vientre a las 36 semanas de embarazo con la que dieron a conocer al mundo su historia. “Tan emocionada como estoy de cumplir 34 años, ¡estoy aún más emocionada de que hoy hayamos llegado a las 36 semanas! Aquí está nuestra foto de pancitas de bebé”, escribió Annie.
Cuando llegó el esperado día del nacimiento, ambas hermanas se dirigieron hacia el hospital con el padre de los niños y vivieron juntas la más hermosa experiencia de amor. “Mi hermana dio a luz primero para que yo pudiera estar presente cuando nacieran los dos hermosos niños. Dos horas después, a las 9:30 a.m., yo tuve a las niñas”, mencionó la feliz madre.
Los padres no podían ser más contentos con la llegada de sus adorados hijos y Annie agradeció a su hermana el haberle ayudado a alcanzar su más grande sueño.
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