Lo único que quedó del hombre, quien había logrado infiltrarse ilegalmente en una reserva de Sudáfrica, fue su cabeza y algunos restos de su cuerpo, junto a un fusil para matar rinocerontes.
Este hecho ocurrió el pasado sábado, cuando el hombre se encontraba en búsqueda de leones para cazar, pero la situación termino siendo al revés.
La cacería furtiva, tanto de leones como de rinocerontes, está siendo un grave problema en el país, ya que hasta el momento se han calculado alrededor de más de mil rinocerontes asesinados, solo para obtener sus cuernos.
Los restos de la víctima fueron encontrados en la Reserva Privada Ingwelala den Hoedspruir.
“Al parecer estaba cazando ilegalmente cuando fue atacado por un grupo de leones que lo devoró. Dejaron sólo la cabeza y algunos trozos de carne”, declaró Moatshe Ngoepe, portavoz de la policía.
El fusil con el que planeaba cazar esa tarde era de calibre .458, la cual es una munición especial utilizada para cazar animales de gran tamaño, como lo son los rinocerontes o los elefantes.
Según las declaraciones de algunos de los trabajadores de la reserva privada, se pudieron escuchar gritos de ayuda y socorro de parte del hombre, pero cuando se dirigieron al lugar ya era demasiado tarde.
Se estima que cada año mueren unas 250 personas por ataques de leones. Estos felinos llegan a correr a unos 80 kilómetros por hora y pesan hasta 190 kilogramos.
En el último año se han registrado varios cadáveres de leones en diferentes reservas naturales, debido a que sus dientes y pelajes son muy buscados en el mercado negro.
Igualmente, los rinocerontes son la principal víctima de la caza furtiva, ya que sus cuernos son muy codiciados.
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