Abigail Milagros Jiménez, de 12 años fue diagnosticada con sarcoma de Ewing, un cáncer que se produce en zonas óseas y tejidos blandos, ella tenía lesiones en la pierna izquierda.
Mientras padecía dolor durante el tratamiento que recibía sufrió un incidente que se hizo viral en las redes.
La familia regresó de consulta médica con Abigail en el Hospital de Niños de la provincia de Tucumán, al salir no tuvieron ningún problema, jamás pensaron que las autoridades les prohibirían transitar para volver a casa.point 296 |
Los retuvieron por más de dos horas.point 33 | 1
Uno de los agentes les exigió una autorización o un pase de emergencia, y aunque les explicaron su situación mostrándoles la herida de la niña en su pierna, no hubo manera de que ellos se sensibilizaran. Ni siquiera les conmovió el llanto desesperado de la pequeña que estaba adolorida, débil y sofocada por el calor.
El padre, con ansias de que su hija pudiera recuperarse en la comodidad de su hogar la llevó en brazos y recorrió 5 kilómetros para poder trasladarla. Las imágenes del padre cargando a Abigail se difundieron en las redes y no tardaron en darle la vuelta al mundo.
El caso tuvo tanta repercusión que el gobernador Gerardo Zamora emitió un comunicado disculpándose con la familia de Abigail. La pequeña presentó una mejoría y pudo pasar la Navidad junto a su familia. Pero después se descompensó, la llevaron en avión desde la provincia al Hospital Universitario Austral, en la localidad de Buenos Aires de Pilar.
La menor prefería estar en su casa, así que hicieron las gestiones necesarias para que se trasladaran a la vivienda con todo el equipamiento médico y los fármacos necesarios para sus cuidados.
Carmen, su madre, dijo: “Su situación es crítica, delicada y los médicos nos dijeron que nos preparáramos para lo peor. Ella está lúcida, no está dormida, nosotros no queremos que la duerman. Por deseo de ella y decisión nuestra la llevamos a casa para que pase su última etapa, pero le pedimos a todos que sigan rezando por ella”.
Por desgracia, el pasado 31 de enero a las 9 de la noche, Abigail cerró sus ojos para siempre.
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