Este curioso caso tuvo lugar en Estados Unidos, Florida, cuando una mujer se despertó con dolores en la panza pensando que era consecuencias de haber comido algo en mal estado, pero en realidad, los síntomas se debían a que estaba por dar a luz un bebé.
Crystal Gail Amerson, de 29 años, pensó que la intoxicación alimentaria era responsable de los dolores de estómago, sin saber que en realidad tenía un embarazo de 37 semanas.
Los dolores eran insoportables, y a medida que pasaban los segundos, el dolor era más intenso y frecuente, por lo tanto decidieron llamar a una ambulancia para que la lleven al hospital.
Los médicos que se encontraban en la ambulancia, le explicaron a la mujer que estaba por tener un bebé, y a los pocos minutos de descubrirlo, Crystal dio a luz a Oliver James Westerfield, en medio del viaje hacia el hospital.
La joven aseguró que fue algo aterrador. “Estaba segura de que me estaba muriendo, literalmente fue el viaje más aterrador y doloroso de mi vida”.
Amerson, que ya tenía otro hijo, ha señalado que nunca sintió muchos síntomas de embarazo y no notó mucho aumento de peso.
Explicó que sólo ganó unos 5 o 6 kilos, pero nunca imaginó que eran consecuencia de un embarazo. No tenía nauseas ni tenía una barriga redonda. El único síntoma que asegura haber tenido es un dolor de espalda pero al que no prestó mucha atención al ser algo crónico.
“Gané un poco de peso, pero creo que con mi primer bebé tampoco me di cuenta. Nunca gané esa forma de embarazo, realmente. Uso ropa sanitaria para trabajar porque trabajo en una casa de retiro para pacientes con Alzheimer y demencia. Así que supongo que por la forma en que me queda la ropa, era difícil notar algo”, indicó.
La doctora Julie DeCesare, obstetra-ginecóloga en el Sacred Heart Hospital en Pensacola, dijo al medio que es posible que una mujer sepa que está embarazada horas antes de dar a luz, pero no es algo común.