Ángel tiene 14 meses de nacido y su madre intentó asesinarlo con fuego, Guadalupe Torres Reyes, una mujer adicta, quien luego de discutir con su marido, amenazó con quemar al menor y después, suicidarse.
Ella tiene 22 años de edad y lleva dos años como pareja de Jesús Daniel Medina Ortega; además de un hijo en común, ambos compartían el gusto por la bebida, las drogas y las peleas.
Así indican los antecedentes de violencia doméstica en el domicilio de los Medina Torres, ubicada en la colonia Paraje Zacatepec, en Iztapalapa. Los vecinos fueron testigos de los arrebatos entre Guadalupe y Jesús desde que un tío de Jesús les alquiló un apartamento en el edificio A. Hace más de año y medio, los llantos del bebé y los golpes entre la pareja no dejaban de escucharse en el apartamento 101.
El papá de 25 años de edad y su esposa solían escapar de la responsabilidad del cuidado de Ángel; rechazar las obligaciones eran, en gran parte, las causas de sus enfados. Él, trabajador de una carpintería, se encargaba de llevar dinero a casa. Ella, debía cuidar al bebé y ocuparse de los quehaceres domésticos.
El miércoles, ambos se olvidaron de sus tareas. Jesús llegó tarde y ebrio a casa. Ahí encontró a Guadalupe rodeada de cervezas y con una lata de pegamento. Después de una fuerte discusión, en la que presuntamente ella resultó golpeada por su marido, Guadalupe amenazó con abandonar la vivienda en la que estaban, sin embargo, el que lo hizo fue Jesús.
Jesús, estuvo unos minutos en la calle. Al volver, encontró encerrada a la mujer y al bebé en una de las dos habitaciones. En la vivienda se percibía un olor a quemado. La madre de Ángel untó pegamento en rostro y pecho del bebé y le prendió fuego; después, ella se hizo lo mismo.
Con cuello y cara enrojecidos, Guadalupe salió para mostrarle a Jesús las quemaduras del bebé. Su amenaza se había cumplido. El hombre, asustado, tomó al niño en brazos y salió a pedir ayuda a sus vecinos. Eran las 11:40 de la noche del miércoles cuando los vecinos escucharon los gritos de auxilio de Jesús. Luego de colocarle una sábana mojada encima para mitigar el dolor de la quemazón en la piel, Jesús esperó la llegada de los paramédicos.
Su bebé tuvo que ser llevado en helicóptero hacia el centro de la ciudad, luego una ambulancia lo esperaba para llevarlo al Hospital Pediátrico de Tacubaya, en donde se encuentra en situación crítica.
A Guadalupe la detuvieron las autoridades y la trasladaron al Hospital de Balbuena, para ser atendida por las lesiones por golpes y quemaduras que ella misma se provocó. Allí, permanece detenida, mientras la Procuraduría de Justicia capitalina inició una averiguación en su contra por el delito de homicidio en grado de tentativa y violencia familiar.
Al instante de ser detenida, Guadalupe no lo dudó y volteó a ver a su marido, al que alcanzó a decirle: “¿Ya ves cómo sí lo quemé?”
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